Los monstruos que nos habitan
Dícese de los fenómenos las aberraciones los desvaríos los fantasmas que instalados agazapados asomados a nosotros mismos en soledad cada uno o incluso en comunidad perversa ahí están acechando pellizcando molestando el sereno devenir del día a día chistándonos por la noche incomodando el sueño instándonos provocativos a que dialoguemos con ellos les preguntemos los indaguemos les requiramos chicos qué hacen ahí fuera de una vez quién les dio permiso y así muy orondos habitan y circulan por los espacios del alma del ánimo agrian el humor congelan una sonrisa o todas y así pasando pasando el tiempo dejamos de verlos sólo las tripas las tripas sí pero quien las escucha.
Y de los otros qué decimos de los otros no de éstos discretos ocultos sino los que
enseñorean los bancos las bancas las sillas los sillones de Rivadavia o de quien sea que esparcen gas pimienta tan caro como una jubilación mínima, el dólar acovachan la comida vociferan posverdades y posmentiras minuto a minuto día a día ante cada micrófono cámara pedagogía de la crueldad se dice ahora pero claro las palabras ya no alcanzan quien imaginó el regodeo ante el sufrimiento ajeno el sarcasmo vergonzante un asadito por los que ni salchichas de viena pueden pero se lo pagan ellos eso si elefante en un bazar se decía y bastaba para describir el desastre qué ingenuo e insuficiente el lenguaje.
Monstruos que me habitan, sigamos esta relación, cómo definirla, esta relación, si, que afuera es noche, se sufre tanto, y acá ustedes y yo nos entendemos.
Agradecido a Lili Muñoz y su Taller de Escritura, y a sus integrantes, que son fuente ineludible de inspiración y superación.
ResponderEliminarMuy bueno tu texto amigo.Monstruos propios, ajenos y los más peligrosos, los monstruos del poder alimentados también por la sociedad adormecida que parece no querer ver y sigue creyendo en espejitos de colores... por lo menos por ahora. Ojalá podamos despertar a tiempo, antes que sólo las ruinas sean testigo de la devastación de los monstruos. En el taller hemos contribuido por suerte, en hacer visibles unos cuantos monstruos. En ésto de seguir aprendiendo constantemente lo que abunda no daña. Tenemos que poder verlos y mantenerlos "en vereda "
ResponderEliminarSí! Aunque más que "mantenerlos", es "ponerlos" en vereda... Gracias, Tere!
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